El lujo de los encantadores Riads de Marrakech

Si tu destino es Marrakech, prepárate para vivir una experiencia única: ¡Bienvenido a los encantadores riads de Marrakech!

 

Tranquilos, hermosos y refinados, los riads son casonas o antiguos palacetes convertidos en auténticos alojamientos de lujo marroquí.

Edificados alrededor de un patio central, los riads fueron construidos tradicionalmente en esta forma para cumplir con la creencia islámica de que la casa de uno debe ser privada, grande y hermosa, y proteger a la gente, sobre todo las mujeres de la casa de la mirada de los vecinos.

 

En los últimos años, algunos de estas imponentes casas han sido restauradas y convertidas en casas de huéspedes, llamadas comúnmente ‘riads’. A pesar de ser muy diferentes en cuanto a su mobiliario y carácter, todos y cada uno de ellos ofrece una calidez amistosa y esa especial hospitalidad tan típicamente marroquí. Si te alojas en un Riad, te recomendamos probar también su propuesta gastronómica, dado que ésta suele ser de calidad. Atrévete con el típico pero exquisito cordero al tajine y préparate para disfrutar de una cena íntima que te hará sentir como en un cuento de antiguas leyendas árabes.

 

Un ambiente único felizmente perdido en un laberinto de escaleras y patios coloridos.

 

Pero ya que estamos en Marrakech ¡salgamos a pasear!

 

Hay pocas maneras más agradables para pasar el tiempo en Marrakech que paseando por el interminable laberinto de mercados de la Medina. Es de esos lugares que como más se aventure uno, más interesante se vuelve.

 

Justo al norte de la Plaza Jemaa El Fna los zocos comprenden callejón a callejón de diminutos cubículos de artesanía. Cada sección tiene su propia especialidad: alfombras y textiles; gorros de lana y los caracoles cocidos; especias y suministros de magia; algodón, ropa, caftanes y mantas – y lo más importante – bolsos y cestas de rafia, que necesitarás para llevar todas tus compras.

 

 

 

El auténtico corazón de la ciudad

 

Pero ya que hace una noche preciosa y estás en la plaza más famosa de Marruecos, vamos a vivirla intensamente. Una sugerencia: ¿Ves esos bares que circundan la plaza? Entra, sube a una de sus terrazas y espera, sobre las diez, once es cuando empieza el espectáculo: Encantadores de serpientes, mujeres que pintan con henna, zumos, monos, chiringuitos que surgen de la nada y autóctonos con mucha labia para enganchar al turista desprevenido, así que no te dejes engarzar y goza del bullicio que te ofrece la ciudad.

 

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Etiquetas: hoteles, Marrakech, Marruecos