La Roma monumental, un paseo por la historia

Una de las mejores experiencias de visitar la ciudad de Roma es dar un paseo por el centro histórico, con sus calles estrechas y sus impresionantes vistas de plazas, fuentes y ruinas.

 

¿Descubrimos la gloria de la Roma monumental? Hoy, el Coliseo, el Panteón y las ruinas de los templos, palacios y salas de estado de la antigua Roma cobran vida.

 

En el corazón de la antigua ciudad, tan sólo a veinte metros de la Roma actual, las excavaciones han descubierto uno de los sitios arqueológicos más impresionantes del mundo. A finales del siglo I de nuestra era desde Anatolia hasta las islas británicas y desde Germania hasta el norte de África pertenecían al imperio y Roma era la ciudad de referencia para todos sus habitantes.

 

 

Pero ¿Cuándo nace Roma?

 

Las leyendas cuentan historias en donde se mezcla ficción y realidad. Nosotros no estamos aquí para discutirlo, sino para mostrar lo que hemos aprendido de todo ello. La fundación de la ciudad de Roma, posiblemente durante el siglo VIII antes de nuestra era, tuvo dos protagonistas de excepción: Rómulo y Remo, gemelos, hijos de una vestal y del dios Marte. Un recorrido por los lugares más importantes desde el punto de vista fundacional, arqueológico y geográfico nos acercarán a los hermanos y a los hechos históricos y míticos que se contaron generación tras generación hasta nuestros días. Empecemos en el Aventino, lugar de augurios que si o si tienes que ver, rodeados de santuarios mucho más anteriores, subamos por el Capitolio y descubramos las primeras edificaciones levantadas, lugares clave que han marcado para siempre la fisionomía de la ciudad.

 

 

Viaja con nosotros en el tiempo más de 2.000 años atrás y camina tras las huellas del gran Julio César. Adentrémonos en el Coliseo y escuchemos acerca de los eventos aterradores que allí tuvieron lugar, dentro de la famosa arena donde seres humanos eran masacrados por las fieras ante el delirar frenético del público.

 

Ninguna otra cultura de la Antigüedad ejerció un dominio tan duradero y tan extenso en términos geográficos como la romana. Este recorrido es la prueba palpable de lo que allí sucedió.

 

 

Roma es un lugar para visitar paso a paso.

 

Y como no queremos perdernos nada y en la Roma monumental hay tanto por ver, vayamos hacia la Piazza Navona y paremos en la famosa Fuente Bernini de los Cuatro Ríos, pero es media tarde y apetece algo dulce y… ¡esto es Roma! Así que una recomendación especial: el Tartufo Nero en la gelatería de los ‘Tre Scalini’ (la especialidad de la casa) es una auténtica maravilla.

 

Así que ahora solo queda volver a la animosa Piazza y buscar un bonito lugar en los que tomar nuestras adquisiciones antes de la siguiente parada, el Panteón. Aunque remodelado como iglesia católica, este templo romano dedicado a todos los dioses se erige como el más impresionante ejemplo de la antigua ingeniería romana. Sus dimensiones perfectas y la espectacular cúpula han dejado asombrado a arquitectos e ingenieros y estamos seguros, también lo harán contigo (esperamos ansiosos tus comentarios).

 

Seguimos por las calles estrechas y empedradas hacia la Plaza de España, donde generaciones de viajeros cansados del mundo y poetas románticos hicieron su hogar lejos de casa. Eso sí, no te olvides de pasar por la Fontana di Trevi, probablemente la fuente más famosa del mundo entero a tirar tu moneda. La leyenda sostiene que los visitantes que arrojan una moneda a la fuente aseguran su regreso -como curiosidad os diremos que en 2011 fueron rescatados ¡951 mil euros!-.

 

 

La Ciudad del Vaticano, parada obligada

 

Pero ¿qué es Roma sin la ciudad del Vaticano? La Ciudad del Vaticano no sólo es el país más pequeño del mundo, es el hogar de los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro y seguramente el museo más importante de la ciudad. Sobre todo, acuérdate de comprar la entrada antes por internet sino perderás medio día haciendo cola. En el Vaticano hay mucho que hacer y necesitarás todo el tiempo del mundo si realmente quieres ver algo, pero de esto ya hablaremos en otro post…

 

A partir de aquí, sólo queda decir: ¡a caminar! Y a perderse entre estas callejuelas llenas de historia… y descubrir los rincones menos turísticos de la ciudad eterna que sin ninguna duda, también te fascinarán.

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