De turismo por Lisboa, un balcón al Atlántico

Si hay un espacio cercano, accesible y perfecto para preparar una escapada con la que concedernos un respiro y salir maravillados de turismo y cultura, ese lugar es Lisboa, ¡una de las grandes capitales de la historia y del mundo!

 

Lisboa concentra todo lo bueno de una gran ciudad que, aun así, permite largas jornadas a pie a través de las que disfrutar y descubrir las joyas que oculta, pero también visitas exprés mediante las que familiarizarnos con Portugal, su arte, su historia y su forma de vivir de cara al Atlántico.

 

 

Un poco de historia con la que abrir boca

 
Lisboa es una de las ciudades que más turismo español atrae: sus precios son accesibles, se encuentra a pocos cientos de kilómetros de la mayoría de ciudades de la península, es famosa por sus puentes, por sus tranvías, por su historia, por ser uno de los pioneros en la Era de los descubrimientos junto al Imperio español… y mucho más.
 

 

Hoy, la capital lusa tiene el honor de contar una de las historias más antiguas de toda Europa; con cuatro siglos más de antigüedad que la propia Roma, y una cultura megalítica y funeraria distinta al resto de la península. Desde allí, donde desemboca el Tajo, Lisboa se abre al mundo tras haber sido poblado por muchas de las grandes culturas de la historia (fenicios, romanos, germanos, musulmanes, españoles…), convirtiéndose en lo que hoy es: una región cosmopolita, abierta y amable que difícilmente lee algo más que simpatía y camaradería en los ojos de los visitantes que deciden practicar turismo en Lisboa.
 

De visita turística por Lisboa

 
Quizá no sepas que un terremoto destruyó casi toda la ciudad en 1755, pero esa catástrofe es la que ha compuesto gran parte del arte, la historia y la cultura actual de todo lo que hoy podemos disfrutar de una escapada.

El tópico más conocido sobre el turismo por Lisboa es que cualquier recorrido será una experiencia decadente y oscura; ¡que no os quepa duda que la ciudad se enorgullece de esta idea diferente y atractiva para muchos, y ha sabido sacarle el máximo partido a través de rutas en la Baixa, el Arco de Rua Augusta y el centro de la capital!
 

 
Recorriendo sus calles será también cómo nos toparemos con los principales monumentos y edificios a los que acercarnos mientras hacemos turismo por Lisboa; las guías de viaje suelen limitarlos al Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belém, el Castillo de San Jorge y el Elevador de Santa Justa. La mayoría se encuentran en el barrio de Belém, junto a la desembocadura del Tajo, donde también podremos disfrutar de un paseo en sus famosos tranvías (en este caso, el número 15) para desplazarnos desde el centro hasta la zona.
 
Allí, aprovecharemos para visitar el Monasterio de los Jerónimos, dedicado a la tranquilidad y a la oración en pos de las grandes gestas de los aventureros en la época de Manuel I de Portugal, Vasco de Gama o Luis Camöes. Con una arquitectura muy relacionada con la navegación y el mar y deliciosos dulces con los que deleitarse a través de un paseo hasta la Torre de Belém, puesto defensivo clave del Puerto de Lisboa. En nuestro recorrido, el Puente Vasco de Gama —el más extenso de toda Europa— nos observará en su eterna conexión entre la capital y la ciudad de Almada.
 

En el centro, los barrios por los que tenemos que pasar por obligación si de verdad hemos decidido dedicar unas jornadas de turismo por Lisboa son el Chiado, el Barrio Alto (la zona de fiesta de la capital), el Rossio y la Baixa Pombalina; en este último, entre Baixa y Chiado, encontraremos el Elevador de Santa Justa, que nos ofrece una vista espectacular desde arriba y desde abajo. Como curiosidad, además, fue diseñado por un discípulo de Eiffel y, como pequeño incentivo, si no quieres gastar dinero en el mirador, puedes acercarte hasta el Convento Do Carmo y acceder a la parte más alta del elevador sin coste.
 

 
Por último, podemos concluir uno de nuestros paseos en lo alto de la Colina de San Jorge, frente al Puente 25 de Abril,  donde el Castelo Säo Jorge, que recibió importantes obras de restauración a mediados del siglo pasado, convirtiéndolo en la atracción turística y cultural que hoy sigue siendo.
 
Entre todo el ajetreo, quizá robemos medio día al tiempo para alargar nuestra visita a Lisboa; si es así, el Museo Nacional de los Coches, el Museo Nacional de Arqueología o el acuario son grandes opciones para terminar nuestra jornada de turismo por Lisboa. ¿Y por qué no? Los miradores como el de Graça, Penha de França o San Pedro de Alcántara para despedirte como es debido y prometer a los lusos una segunda visita.

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