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Oct¿A quién no le gusta una jarra muy, muy fría de cerveza de barril?¡En Baviera y, en especial, en su capital, Múnich, esta pregunta parece responderse de un modo muy popular! El Oktoberfest o Fiesta de octubre, que empieza el sábado siguiente al 15 de septiembre —este 2015, el pasado día 19— y que tiene una duración aproximada de 16 a 18 días, es la prueba de que los bávaros tienen una respuesta general, clara y concisa.
La tierra de los teutones oculta uno de sus secretos a voces; una fiesta legendaria que se extiende por más de dos semanas y que concentra a más de 6.000.000 de visitantes cada año. Una celebración que conquista el Theresienwiese, un prado situado al oeste de la ciudad, y que sirve jornada tras jornada el menú típico alemán de salchichas y cervezas, acompañado a menudo de otras especialidades germanas como el chucrut.
Hoy día, la tradición bávara ha recuperado la ropa típica que se utilizaba durante los primeros años de celebración del Oktoberfest. Los hombres visten el trachten y las mujeres el dirndl —algo así como el uniforme del ama de casa austríaca—, que no empezó a ser apreciado hasta el último tercio del siglo XIX. Como habrás visto, el atuendo femenino se compone de blusa, corsé, falda y delantal, medias y zapatos. A veces, se completa con una peluca rubia con trenzas al más puro estilo bávaro, ¿pero sabes lo más interesante? ¡Si estás intentando ligar, fíjate si el nudo está en el costado izquierdo, porque significa que está soltera!
¿Y el masculino? Seguro que recuerdas el tractenhut (sombrero de fieltro), la camisa de colores enteros o de cuadros de colores con el lederhosen (pantalones cortos de cuero de cabra o de ternera), así como los calcetines y los zapatos de trabajo conocidos como haferlschuhe.
En este punto, quizá crees que ya estás preparado/a o preparada y te puedes lanzar dirección Múnich a por una Pilsen, una Dunken o una Rauchbier, ¿no? ¡Pues te equivocas! En el Oktoberfest solo se sirven cervezas que cumplan con el Reinheitsgebot, la ley de pureza decretada por Guillermo IV de Baviera en 1516, concretamente a 13,5 Stammwürze, lo que corresponde a un 6% de alcohol. ¡Pero además tiene que haber sido fabricada entre los límites de la ciudad de Múnich!
El Oktoberfest se inicia con el desfile del alcalde junto al Münchner Kindl, el encargado de representar a los cerveceros y feriantes de la época, conocidos como Wiesnwirte. Tras el desfile, el alcalde abre a mediodía (12:00) del primer sábado de fiesta el primer barril de cerveza… ¡Y empieza el Oktoberfest!
A continuación, se abren las carpas de las cervecerías y se inician los desfiles de trajes tradicionales, de fusileros y de caballos, bueyes y todo tipo de animales a lo largo de más de tres kilómetros. Además, a los pies de la estatua de Baviera, el Oktoberfest recibe a más de 400 músicos de la ciudad que amenizan y acompañan la celebración con ritmos tradicionales.
Durante estos días, Múnich resplandece y se programan muchas actividades enfocadas a todos los públicos: tours, almuerzos especiales, días de familia o una reunión de feriantes para el 1 de octubre son algunas de las sorpresas que nos esperan en Baviera.
En la ciudad, la afluencia de visitantes y turistas se recoge entre los cientos de hoteles y albergues cercanos, donde se pide ex profeso una reserva con la suficiente antelación para que esto no sea un problema; actualmente, los más conocidos en relación calidad-precio son el Belle Blue, AO Hotel Munich, Motel One München, Creatif Hotel Elephant GmbH o el Hotel Bavaria. Entre los albergues, se recomiendan Wombat Hostel Munich, el A&O München Hackerbrücke o el Euro Youth Hostel Munich por su proximidad a las fiestas.
Lo más recomendable es planificar con suficiente antelación el viaje, si bien seguro que más de un año puedes intentar probar suerte a última hora (¡algo que no te recomendamos: corres el riesgo de quedarte sin alojamiento!); lo básico es hacerse con el programa del Oktoberfest y decidir qué días vamos a exprimir Múnich y las fiestas al máximo.
Y si bien cualquier visitante nos dará la razón sobre ir, al menos, una vez en la vida, si este año te es imposible, ¡no te angusties! El Oktoberfest se ha internacionalizado, lo que significa que grandes ciudades como Barcelona, Madrid o Palma de Mallorca tienen su propio festival de la cerveza; también Dublín, Blumenau (Brasil) o Cincinnati (EE. UU.). ¡Se te han acabado las excusas para disfrutar de una cerveza bávara tradicional y de una fiesta que recordar y repetir un año tras otro!
Etiquetas: Alemania, Baviera, cerveza, Europa, Fiesta, gastronomía, hoteles, Múnich, Oktoberfest, recomendacion, tradición, turismo, Viajar, viaje
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