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FebEs la fiesta por excelencia, y en el sentido más amplio de la palabra. En ella, el único objetivo es disfrutar porque durante el carnaval hay licencia para casi todo: dar rienda suelta a la imaginación vistiéndose como a uno le plazca, acostarse a la hora de los churros y el chocolate y, sobre todo, divertirse como si fuera el último día sobre la faz de la tierra. Pero para poder disfrutar, además de todo lo anterior, de un espectáculo como pocos, las dos catedrales de esta fiesta son sin duda la mejor opción. Hablamos de los carnavales de Santa Cruz de Tenerife y Río de Janeiro, donde se trasciende la simple celebración para llevar la fiesta a otra dimensión. Son los que congregan más turistas por méritos propios, y en este post os contamos por qué.
Carnaval de Santa Cruz de Tenerife
Se calcula que más de un millón de personas visitan la ciudad de Santa Cruz de Tenerife durante su carnaval, que este año tiene lugar entre el 27 de febrero y el 10 de marzo, para ver el gran espectáculo. En él, que en esta ocasión estará dedicado a las profundidades marinas, las actividades se suceden convirtiendo la ciudad en el escenario de una enorme y multitudinaria celebración donde se dan cita el festival coreográfico, los concursos de murgas, los de agrupaciones musicales, los de comparsas, los de disfraces, las rondalias, las cabalgatas…
El centro de la fiesta es el llamado cuadrilátero del carnaval, donde la música no cesa de sonar – dicen que durante el carnaval de Santa Cruz de Tenerife no se camina, se baila-. Y la gran protagonista, la Reina del Carnaval, que se elige en una gala donde las aspirantes lucen sus espectaculares trajes de fantasía, algunos de hasta 500 kilos de peso. Otros actos señalados a lo largo de estos días son el Coso, una apoteósica cabalgata que sale el martes de carnaval marcando el colofón de las fiestas; o el entierro de la sardina, donde los carnavaleros se despiden de Don Carnal en una procesión con miles de viudas y plañideras que se reúnen en uno de los actos con más sátira de las fiestas. Aquí se puede acceder al programa de este año.
Río de Janeiro
La llaman “la fiesta más grande del mundo”, y en ella el baile es un imprescindible. De hecho, en el carnaval de Río de Janeiro todo gira en torno a las escuelas de samba que preparan a miles de bailarines para las grandes actuaciones de estos días. Una de las más espectaculares es el desfile de las escuelas por la Avenida del Sambódromo, donde se ven trajes de plumas y lentejuelas moviéndose sin parar hasta el amanecer. Y es que cada año las escuelas de samba compiten por la victoria en la competición carnavalera. Por eso el baile es el centro de la fiesta, todo un homenaje a la samba que comenzó hace décadas. En concreto, en 1932, cuando tuvo lugar el primer desfile oficial después de que la samba empezara a popularizarse entre compositores, músicos y bailarines, que se reunían para demostrar sus habilidades formando asociaciones que competían entre sí.
La fiesta, que se celebraba en la Avenida Marquês de Sapucaí, creció de tal forma año tras año que en 1984 el arquitecto Oscar Niemeyer diseñó el actual Sambódromo para acoger la celebración. Desde entonces, las agrupaciones muestran allí sus carrozas, disfraces y ritmos. El domingo y el lunes de carnaval, que este año serán el 3 y el 4 de marzo, son los dos días más importantes, en los que las principales escuelas de samba compiten por el título del campeonato en el estadio. En esta web puedes encontrar más información.
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