¡Aconseja a tus clientes para que ahorren al viajar!

Viajar es un placer que no tiene por qué salir necesariamente caro, pero que de un modo u otro el viajero debe pagar. Eso significa que un gran segmento de viajeros tendrá que ahorrar durante el año para poder financiarlo. La agencia de viajes puede y debe ayudar a esos potenciales clientes para que el presupuesto no se les vaya por las nubes e imposibilite el viaje. Y para ello es esencial una buena planificación en la que se escoja siempre la opción más eficaz. Es decir, aquella más económica que ofrezca al viajero lo que busca.

 

Tus clientes se sorprenderán cuando vean cuánto puede rebajarse el precio de un viaje rascando aquí y anticipándose allá. ¡Vamos a verlo!

 

Decidir con antelación es esencial

 

Para planificar un presupuesto de viaje equilibrado hay que pensar a largo plazo y decidir con antelación. Esto siempre arroja réditos positivos porque:

 

1. Permite encontrar mejores precios, moverse fuera de temporada, o aprovechar periodos de oferta.
2. Ayuda a convencer al cliente de viajar, al mostrarle la diferencia de precios que puede haber en vuelos y estancias si no se elige una buena oferta. Esto empuja no sólo a reservar en cuanto se encuentre dicha oferta, sino a empezar a ahorrar en serio.

Con la antelación gana el cliente, que puede aprovechar mejores precios y organizar mejor el presupuesto. Y también gana la agencia, que “ata” al cliente antes para tejer una relación más estrecha. Una buena gestión de esta fase, en la que el cliente ha de sentirse ayudado, es esencial para la fidelización.

 

Ayúdale a calcular el viaje y la estancia

 

El desplazamiento y la estancia en el país o lugar de destino es lo que se lleva la mayor parte del presupuesto, y aquí la agencia de viajes está en una posición inmejorable tanto para ofrecer las mejores ofertas, como para mostrar cuán caro saldría no aprovecharlas.

 

Ambas cosas son importantes tanto para la agencia como para el cliente, porque el viajero ahorra y la agencia asegura.

 

De ahí la relevancia de la anticipación.

 

Cuando uno quiere viajar a un lugar, y hay diferencias de 300€ o 400€ entre reservar de una forma u otra o viajar en uno u otro momento, uno se siente inseguro. ¿Habrá todavía mejores ofertas que no estaré encontrando? ¿Lo reservo ya o me espero? ¿Realmente puedo pagar ese viaje, o debería escoger otro destino?

 

El viajero “digital” puede encontrar por sí mismo muchas respuestas en el mar de blogs y foros de gran utilidad que hay en internet. Pero hay que saber buscar, invertir tiempo y estar seguro. La mayoría de potenciales clientes desearán que un experto les ayude. En qué medio viajar (avión, tren, etc), cuándo hacerlo, si aprovechar packs de vuelo+hotel o buscar por separado…

 

Tener una cifra clara de lo mínimo que les va a costar el viaje les ayudará tanto a decidirse como a planificar cuánto deben ahorrar.

 

 El precio de comer

 

El siguiente mordisco del presupuesto del viajero se lo lleva la comida durante el viaje. Esto a la agencia prácticamente no le afecta, pero al cliente sí, y por tanto es buena idea proporcionar soporte e información. No turística, evidentemente, pero sí orientación sobre precios.

 

Una idea útil es tener a mano un listado actualizado de precios medios de los principales destinos. No hace falta ser extremadamente precisos, simplemente tener una idea de lo que cuesta un restaurante de primera categoría, un restaurante medio, e incluso un McDonald’s, para poder asesorar mejor a muchos tipos diferentes de clientes. El caso de los McDonald’s y demás cadenas de comida rápida siempre muestra bien si el país es más caro o más barato: no vale lo mismo un menú en Irlanda que en Praga.

 

Páginas como Preciosmundi pueden ser de mucha utilidad para esto.

 

Con esta información, el cliente podrá visualizar lo que le costará más o menos comer cada día, y ahorrar en consecuencia.

 

El precio de moverse

 

Lo mismo que os hemos contado para el comer vale para los desplazamientos en el destino.

 

Allá donde la agencia puede intervenir, debe hacerlo: desplazamientos o rutas en bus, trenes o vuelos interiores… el cliente puede verse beneficiado de packs de viaje programados que le ayuden a ahorrar, así que es un win-win.

Pero el viajero también valorará muy positivamente que le informes sobre tarjetas de transporte público, especialmente los pass tan habituales en las principales capitales donde entra tanto el transporte para X días como la entrada a diferentes lugares de interés.

 

Entradas y excursiones

 

Cada lugar tiene diferentes atractivos, posibilidades, visitas y excursiones adecuados para un tipo u otro de público. De nuevo, la agencia está en una posición inmejorable para asesorar sobre todo y gestionar cuanto pueda.

 

Los diferentes packs pueden proporcionar beneficio a la agencia y ahorro al viajero. Por lo demás, la agencia puede asesorar al viajero para encontrar los mejores precios de entradas a los lugares que quiera visitar en su viaje. Un ejemplo simple pero gráfico: una pareja de novios de luna de miel en Escocia puede encontrarse en un “apuro romántico-cultural” si no tiene el pase turístico o no prevé el precio de entrar en la mayoría de castillos, que suele pasar de las 10 libras, y a veces llegar a 15 o 20 libras. En una semana de viaje se te pueden ir más de 100 € en visitas esenciales.

Esto, el viajero debe tenerlo siempre en cuenta a la hora de ahorrar para el viaje.

 

Otros aspectos, como los extras que se dan siempre en cada viaje (ocio, caprichos, recuerdos, regalos) ya son competencia exclusiva del viajero, de su forma de viajar y de gastar.

 

Pero con lo mencionado tu potencial cliente podrá tener una idea muy clara de lo que le va a costar el viaje, cuánto puede ahorrarse respecto a otras opciones, y cuánta hucha necesita hacer.

 

Ayudarle en esta planificación es la mejor forma de tejer una relación de confianza con ese cliente, que se traduzca en una relación a largo plazo.

 

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