4 cosas que solo podrás ver en Asturias

El Principado de Asturias es uno de los puntos más turísticos del norte de España. Los trabajos tradicionales enfocados al sector primario y a la siderurgia han ido, poco a poco, decreciendo a favor del turismo y el sector terciario y de servicios que se concentran en Oviedo y en Gijón.
 

 
Hoy, en el blog, te presentamos las 4 cosas que solo podrás ver a lo largo y ancho de Asturias, empezando por un verde propio que se extiende a través del principado uniprovincial, ¿estáis preparando unas bonitas vacaciones por la región? Pues ahí van algunas ideas que deberías anotar o imprimir…
 

Oviedo, aquel pequeño gran lugar al norte

 
Como una de las dos ciudades de Asturias, Oviedo recoge más de 1.200 años de historia y de patrimonio artístico y cultural; Oviedo es pequeña, pero es muy grande; porque Oviedo es arte y arquitectura prerrománico, como Santa María del Naranco, pero también es sidra, terrazas, calles peatonales y repostería.

En Oviedo deberías visitar la Catedral de San Salvador, la Cámara Santa o San Julián de los Prados y San Miguel de Lillo, pero solo en la medida en la que te pierdas entre sus calles de piedra, disfrutes de un vino en la calle Campoamor o decidas bordear los límites de la arquitectura religiosa y su paso a la civil que tan bien representada está por esa escultura dedicada a La Regenta en la plaza más famosa de la ciudad.
 
Covadonga y La Santina
 
Porque si bien muchos se arrepentirán por no atreverse con la Senda del Oso y sus 22 km entre Tuñón y Entrago, no hay turismo en Asturias sin una visita a los Picos de Europa o a la Senda del Oso, tampoco la hay sin Covadonga. De cualquier modo, no hay palabras para describir los Lagos de Covadonga, a una altura de 1.000 metros sobre el nivel del mar y con unas vistas desde el Mirador de la Reina que todos deberían ver, al menos una vez en la vida.
 
La Virgen de Covadonga, también conocida como La Santina, se encuentra en la Cueva de Covadonga, que forma parte clave de la tradición de Don Pelayo y el inicio de la Reconquista de España de manos de los árabes. Como curiosidad, esta talla data de finales del siglo XVI, puesto que la original se perdió en un incendio.
 

Gijón, el eterno rival

 

Junto al mar, y eterno rival de Oviedo, también se ha convertido en un núcleo de población donde vive un gran número de los habitantes de Asturias. Una visita a Gijón debe pasar por la Universidad Laboral, un paseo por la playa o el Museo del Ferrocarril de Asturias, uno de los más importantes en su género.
 
Gijón es un relato agridulce de un centro de siderurgia que tomó todo el Cantábrico y que fue oxidándose al paso de las décadas; pero el verdadero viajero encontrará mucha belleza en ese lento despertar hacia otras formas de vida hacia las que, poco a poco, se han reconvertido los gijoneses con mayor o menor fortuna.
 
El coloso: los Picos de Europa
 
Perteneciente a la cordillera Cantábrica, los Picos de Europa alcanzan los 2650 metros de altura en su cumbre. Su nombre mantiene múltiples teorías que los conectan con viajes marítimos a las Américas y peregrinos que recordaban los Alpes a su paso hacia Santiago, pero si hay algo de verdad en todo ello, es que los Picos de Europa son de una belleza natural incomparable.
 
Como parque nacional, el turismo en Asturias nos permitirá recorrer la Ruta del Cares entre Caín y Poncebos, con un paisaje donde La Garganta Divina solo es una de las muchas sorpresas que nos deparan sus más de diez kilómetros de extensión, el verde de Somiedo, repleto de bosques, prados y decenas de rutas que acompañar con un buen cayado, y también Bulmes, entre otros muchos pueblos que encontramos a nuestro paso, donde la piedra allí impuesta y la montaña mantienen una tregua centenaria.
 
Turismo en Asturias, mucho más de lo que esperas
 
Por supuesto, más allá de todos los puntos que te hemos presentado, Asturias es un verde perenne con distintos matices que se sobreponen unos a otros; y Llanes, el pueblo más turístico, también debería estar en esta lista, igual que Cudillero, Luarca o Taramundi; ¿y por qué no el pueblo de Cangas de Onís? ¿O su puente romano? ¿O Cares? ¿O Candás? Como ves, Asturias no se acaba, y las palabras faltan para describir la naturaleza en un estado tan puro como milenario.

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