Comer en Madrid… pero sobretodo: ¡comer bien!

Para encontrar un lugar adecuado donde comer en Madrid, como en todas partes, es importante tener en cuenta dónde nos encontramos, elegir con criterio y dejarnos llevar por el instinto (leer antes este post, seguro que también ayuda) 😉

 

No vamos a descubrir la sopa de ajo si afirmamos que uno de los puntales de Madrid es la abundante y diversa gastronomía que podemos encontrar. Compuesta por platos consistentes y sabrosos, la gastronomía de la villa y corte es una mezcla de las distintas gastronomías que encontramos en la geografía española, aunque siempre se reconozca deudora de las gastronomías castellana y manchega (¡qué lo es!). También lo es de las muchas influencias extranjeras que los últimos años han provocado que se abrieran multitud de establecimientos de todas las cocinas del mundo. Como decímos, comer en Madrid es un autentico festín ya que acepta todo tipo de influencias de todo tipo de cocina.

 

 

Gastronomía madrileña para no iniciados

 

Antes de saber cuáles son los principales platos de la gastronomía madrileña, cabe resaltar que como decíamos antes, Madrid ha tenido siempre un efecto magnético en el resto de regiones españolas. Ya sea debido a la fascinación por la Corte, o para buscar un trabajo y un futuro mejor que el que se encontraba en el campo, la ciudad se ha convertido en un crisol de personas, culturas y gastronomías. Por lo tanto, hay una serie de platos que, aunque no se originaron en esta área, se han convertido en platos “madrileños” por excelencia con el tiempo.

 

 

Platos principales de la gastronomía madrileña

 

Los principales reclamos de la gastronomía madrileña son platos que combinan la sencilla –pero imaginativa– cocina de puchero, como el aromático cocido madrileño, con las influencias moriscas (un buen ejemplo es la sopa de almendras) o con la vieja cocina cristiana, como los platos de Cuaresma. ¿Quieres saber ver cuáles son?

 

• Cocido madrileño: Plato consistente que consta de sopa, garbanzos y carne. Un restaurante donde saborearás uno de los mejores es Malacatín, que mantiene intacta la calidad que le dio fama indiscutible porque preparan el auténtico cocido madrileño, con sus tres vuelcos, como mandan los cánones.
• Platos de Cuaresma: Los potajes, las torrijas o el bacalao son algunos de los platos que nos suenan a Cuaresma, a la Semana Santa. Un lugar donde podrás disfrutar de todos ellos es en Los Galayos, un clásico muy céntrico y centenario, parada perfecta para quienes pasean por el centro de la ciudad o siguen las procesiones en esa época del año, ya que se encuentra en un marco incomparable como es la Plaza Mayor.

 

 

La cocina madrileña es también una cocina muy sopera (es deliciosa su nutritiva y suculenta sopa de ajo) que no desprecia la casquería (entrañas y despojos, muy apreciados en la cocina de la capital) como las gallinejas y los entresijos y sobre todo los famosos y sabrosísimos Callos a la madrileña.

 

• Sopa de ajo: Es el plato-estandarte de la cocina castellana en general. Reconfortante y barato, es de origen humilde. En Madrid te puedes pedir un buen plato de sopas de ajo en el restaurante La Bola
• Gallinejas: Vísceras de cordero fritas al natural en su propia grasa, símbolo de la cocina más castiza. Las podrás degustar en Embajadores 84, un clásico donde trabajan especialmente esta variedad de casquería.
• Oreja a la plancha: Oreja de cerdo asada a la plancha que suele llevar ajo y perejil, muy arraigada en toda Castilla y también en la capital. No pierdas la oportunidad de probarla en el Bar Gonmar situado en pleno Carabanchel.
• Callos a la madrileña: Este es un plato, junto con el cocido, de los más históricos de la cocina madrileña. Un plato fuerte y de difícil introducción para paladares no iniciados. Aun así, si no los has probado merece la pena que les des una oportunidad. Sobre todo si te los sirven en Bodegas Ricla.

 

A pesar de su evidente lejanía de la costa, Madrid ha sabido integrar en su recetario los pescados del Cantábrico (el besugo a la madrileña es un plato con más de seis siglos de tradición) y cualquier tipo de marisco en forma de tapa. Para no ser una ciudad costera, Madrid destaca por su alto consumo de pescado y uno de los platos más emblemáticos es el bocadillo de calamares (en la Plaza Mayor encontrarás decenas de bares que lo tienen como plato estrella). También puedes encontrar gambas, que pueden ser hervidas, a la parrilla, con gabardina, o servidas con salsa de ajo, mejillones, que pueden ser al vapor o en escabeche, boquerones en vinagre y bonito (que también está en escabeche), como tapas más populares de pescado.

 

• Bocadillo calamares: Cualquier persona que venga de viaje a Madrid, no puede irse de la ciudad sin comerse uno de los famosos Bocadillos de Calamares. Es un plato extraño para tratarse de una ciudad del interior de España. Pero está buenísimo. El sitio estrella donde comerlos es en el bar El Brillante.
• Besugo a la madrileña: conocido también como besugo al horno, es un plato de pescado típico que va acompañado de verduras y langostinos así como de un fumet de pescado. Un buen lugar para probarlo es La Taberna de la Daniela, donde son expertos la preparación de este pescado, y también ofrecen una amplia variedad de tapas y raciones, entre las que destaca la tortilla de patata.

 

 

Las tapas y sus lugares

 

Ya hemos comentado que en Madrid se come mucho marisco en forma de tapas, pero es que la costumbre de ir de tapas es una forma de diversión y esparcimiento que dota de especial singularidad a la ciudad, y hay muchísima variedad de estos pequeños platillos que hoy dominan nuestra gastronomía. En Madrid, entrar en un bar –o mesón–, pedir unas cañas y tomarse unas patatas bravas, una cazuela de callos o una ración de chopitos es un acto social que hay que practicar para sentirse integrado en la vida de la ciudad. Comer en Madrid también es comer de tapas.

 

En Madrid, es posible tapear por toda la ciudad, pero los epicentros del tapeo son los alrededores de Sol, la Plaza Mayor y la Plaza de Santa Ana, la zona de los Austrias y la Latina, las calles de Chueca y Malasaña y el enclave de Conde Duque.

 

Por último, nos gustaría destacar un elemento que otorga a la cocina madrileña un punto más de excelencia: la elevada calidad de su agua, reconocida por todos como la mejor del país. Con ella, sus guisos, sobre todo los estofados y los cocidos, alcanzan un nivel insuperable. Así que, a disfrutar de su agua, de sus platos y del intenso azul cielo que otea en el horizonte madrileño para tomar unas tapas o degustar los interesantes platos de una gastronomía completa y muy sabrosa. Como dice el título del post si vais a comer en Madrid, sobretodo: ¡comer bien!

 

Ahora solo nos resta decir: ¡Qué aproveche!

 

 

Etiquetas: gastronomía, Madrid