Para amantes de la cultura, para noctámbulos, para aficionados a la historia, para vanguardistas… En definitiva, para todo tipo de clientes. Madrid es uno de los destinos turísticos mejor valorados por los viajeros, y una de las razones es que se trata de una ciudad tan versátil que resulta interesante para perfiles muy distintos de turistas. Plazas, plazuelas, callejones, grandes avenidas, rincones castizos, espacios monumentales, museos y hasta el restaurante más antiguo del mundo aguardan con los brazos abiertos al viajero, que encontrará en la capital madrileña una ciudad abierta y llena de sorpresas que, como decían los versos de Quiñones de Benavente, llevan al visitante “desde Madrid, al cielo”.
- Un paseo desde la tradición a la vanguardia. Pasear por las calles de la capital madrileña es caminar por siglos de historia que han dejado su huella en forma de restos de una antigua muralla árabe, de palacios que trajo consigo el Renacimiento, de la monumentalidad que imprimieron a la ciudad los Austrias y que aún se puede ver en la Plaza Mayor y en multitud de rincones del llamado Madrid de los Austrias, de jardines neoclásicos… Pero también es disfrutar de la vanguardia en los dos grandes ejes de la capital, la Gran Vía y el Paseo de La Castellana, donde se concentran comercios, establecimientos hoteleros, galerías y centros empresariales que se asientan en edificios vanguardistas, mostrando la arquitectura más innovadora. Todo un paseo por el tiempo.
- La capital del arte. El llamado Paseo del Arte madrileño concentra en poco espacio tres museos que son un verdadero regalo para los aficionados al arte: el Museo del Prado, el Museo Thyssen Bornemisza y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. El primero de ellos, considerado por los expertos una de las pinacotecas más extraordinarias del mundo, cuenta con una excepcional colección en la que se encuentran obras de artistas como El Bosco, Rubens, Goya, Velázquez, Murillo, Botticelli, Tiziano, Rafael, Tintorretto, El Greco, Ribera, Zurbarán y otros artistas que hacen de este lugar una de las catedrales del arte. A solo unos metros se encuentra el Museo Thyssen Bornemisza, con una colección privada cedida a la ciudad que alberga cuadros firmados por Durero, Tintoretto, Degas, Kandinsky, Goya, Cezanne, Matisse, Dalí, Miró, Picasso o Renoir. Una estupenda oportunidad para disfrutar del arte que se puede completar con la visita al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, donde se encuentra el Guernica de Picasso además de una estupenda colección de pintura contemporánea fundamentalmente española. Tres museos imprescindibles que cuentan con pocos rivales a su altura.
- Para mimar el estómago. Las animadas calles de Madrid, que parece que nunca duermen, proponen conciertos, musicales, obras de teatro y un largo listado de espectáculos para los amantes del ocio cultural. Pero además, antes o después de acudir al espectáculo elegido es casi obligado disfrutar de unas buenas tapas o una cena en cualquiera de los establecimientos hosteleros de la capital. Entre ellos se encuentra el que, según el libro Guinnes de los Records, es el restaurante más antiguo del mundo. Ubicado en la calle Cuchilleros, Sobrino de Botín abrió sus puertas en 1725 y desde entonces las ha mantenido abiertas. Otra opción gastronómica es la de los mercados, muchos de ellos ubicados en edificios históricos que ahora se han reconvertido en espacios gourmet donde disfrutar de buen ambiente. Los mercados de San Miguel, San Antón, San Ildefonso, Antón Martín o San Fernando son algunos de los que se pueden visitar para conocer la gastronomía madrileña. Para quienes prefieran probar la cocina más reconocida internacionalmente, las propuestas de reputados cocineros asentados en la capital, como Paco Roncero, Sergi Arola, Ricardo Sanz, David Muñoz, Ramón Freixa, Mario Sandoval o Diego Guerrero, son otra estupenda posibilidad.
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