Descubre la Tarragona romana

¿Conoces la Tarragona romana? Cultura, arte e historia se funden en uno de los enclaves romanos más importantes de la península ibérica: Tarraco o, lo que es lo mismo, la Tarragona romana. Esta ciudad, que nació como un enclave militar en el marco de la Segunda Guerra Púnica, acabó convirtiéndose en la capital de la Hispania citerior, la provincia más grande de la península.

 

 

 

Hoy queremos guiarte a través de los secretos que convirtieron el asentamiento de Escipión el Africano en una de las mayores joyas del Imperio romano a lo largo y ancho de todo Occidente: nos pasearemos por el foro, por el anfiteatro, por las villas… ¿Nos acompañas?

 

Tarragona romana: la ciudad que deslumbró a un imperio

 

Cuando el emperador Adriano llegó a Tarraco pudo comprobar que se trataba, sin duda, de una de las ciudades más resplandecientes de su imperio. Hoy en día todavía quedan muchísimos vestigios de esta imponente ciudad, y podrás encontrarlos repartidos por todo el casco antiguo.

 

#1 Las murallas. En la actualidad, más de 1.000 metros de muralla de los 3.500 originales siguen todavía en pie rodeando lo que antaño fuera la ciudad intramuros, es decir, el casco antiguo de Tarragona.

 

#2 El Foro provincial. Este espacio fue el resultado de monumentalizar la acrópolis de Tarraco: un conjunto, junto con el circo, de más de 7 hectáreas de extensión en las que se conjugaron el espacio de culto, jardines y esculturas.

 

#3 El circo. El circo de la Tarragona romana es uno de los que mejor se han conservado: aunque buena parte está oculta sobre diferentes edificios, podrás contemplar las gradas, dos vueltas y la fachada.

 

#4 El anfiteatro. Luchas de fieras, batallas entre gladiadores e incluso ejecuciones públicas, ¡todo en el mismo edificio! Todavía se conserva parte de la grada y, durante el festival Tarraco viva, se celebran diferentes espectáculos.

 

 

 

#5 El Foro local. El centro de la vida ciudadana de Tarraco fue destruido durante el s. XIX: actualmente, solo quedan algunas casas, la parte posterior del templo capitolino y la basílica.

 

#6 La necrópolis paleocristiana. Esta necrópolis se formó en una de las vías de salida de la Tarragona romana y empezó a crecer impulsada por los restos de San Fructuoso, hasta el punto de llegar a tener dos basílicas. Se trata de un buen ejemplo de la transición romana a lo que acabaría configurando el mundo medieval, ¡no te lo pierdas!

 

 

 

Otros secretos de la Tarragona romana

¿Te has quedado con ganas de más? Entonces, no te pierdas estos otros puntos destacados de Tarraco. No están propiamente en Tarragona, pero formaron parte del entramado de la ciudad y tuvieron una relación directa con ella. ¡Vamos allá!

• La villa de Centcelles. Impresionantes mosaicos, una cúpula y una posible cripta son los alicientes más importantes para desplazarse hasta esta villa en el municipio de Constantí.
• El acueducto. El tramo mejor conservado es un puente de unos 200 m de largo y una altura que sobrepasa los 25 m. Se trata del segundo acueducto de Tarraco, que tenía una extensión de 15 km.
• La torre de los Escipiones. Ubicada a unos 6 km de Tarraco, esta torre es un monumento funerario que se encuentra sobre la Vía Augusta. Presenta dos relieves del dios Atis, que durante años fueron confundidos con los hermanos Escipiones: de ahí proviene su nombre.
• La cantera del Mèdol. De todas las canteras de la zona que los romanos utilizaron para construir sus edificios, esta es la más espectacular: no dejes de observar el monolito de más de 15 m de altura. La encontrarás a unos 8 km de Tarraco en dirección a Barcelona.
• La villa de Els Munts. Vale la pena visitar esta villa por los mosaicos que la decoraban. Contaba con tres conjuntos termales, lo que indica la gran riqueza de sus propietarios. Actualmente forma parte del municipio de Altafulla.
• El arco de Berà. Este arco se encuentra también sobre la Vía Augusta, a unos 20 km de Tarraco: hoy en día, está cerca del pueblo de Roda de Barà. Aunque se trata de un arco de manufactura sencilla, no por ello deja de ser imponente.

 

 

 

La Tarragona romana cobra vida, ¿te lo vas a perder?

Cada año, Tarraco vuelve a la vida durante la celebración del festival que te comentábamos antes: Tarraco viva. Se ha realizado cada mes de mayo desde 1999 —en 2015, del 4 al 17— y es una ocasión única para vivir de primera mano cómo fue el pasado romano de Tarragona.

Durante estos días, la ciudad se llena de recreaciones históricas: no puedes perderte las luchas entre gladiadores, las muestras de gastronomía romana o incluso el vino elaborado según las recetas clásicas. Además, también encontrarás artesanías, libros, recuerdos y un sinfín de curiosidades. Si quieres vivir la historia como nunca antes lo has hecho, no te pierdas este festival: ¡te encantará!

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