Las cinco joyas de Egipto que no pueden perderse tus clientes

Momias, jeroglíficos, ciudades antiquísimas, leyendas… Y por supuesto, pirámides. Son solo algunos de los atractivos de Egipto, uno de los países más fascinantes del planeta. Prueba de ello es que ha atraído durante siglos a aventureros de todos los puntos del globo. Y sigue haciéndolo: el año pasado, 8,3 millones de visitantes descubrieron los tesoros del país de los faraones. Por eso es uno de los destinos que ofrece Jumbo Beds, y en nuestra web podrás encontrar las mejores ofertas para tus clientes.

 

Perderse en este país de cuento en otoño, con sus atardeceres de película, es un regalo para todo viajero que disfrute de lugares únicos con pocos rivales a su altura, y es que Egipto tiene una magia que atrapa a todo el que lo visita. El listado de lugares a visitar dependerá del tiempo con el que cuente cada uno, pero entre sus highlights se encuentran estos cinco imprescindibles:

 

El Cairo. Ningún viajero que pise Egipto puede olvidarse de su capital, donde se pueden vivir experiencias completamente alucinantes: recorrer el bazar Jan el-Jalili, entrar en cualquiera de sus asombrosas teterías, disfrutar de la gastronomía egipcia en sus restaurantes y también en sus puestos callejeros, visitar el Museo Nacional de Arte Egipcio o conocer la espectacular Giza, a unos 20 km al suroeste del centro de El Cairo pero formando parte del área metropolitana de la capital. Allí tus clientes tendrán la oportunidad de conocer de cerca Keops, Kefren y Micerinos, tres de las pirámides más famosas del mundo, cuyas piedras esconden historias de hace nada menos que 5.000 años.  Además, podrán saludar a la Gran Esfinge, que simboliza al faraón Kefrén, uno de los iconos del país.

 

Alejandría. Hubo un tiempo en que el mundo entero giró en torno a esta ciudad, y por eso sus calles guardan miles de historias. No es de extrañar teniendo en cuenta lo que ha llovido desde que Alejandro Magno la fundara en el 332 a.C. Un buen punto de partida es La Corniche, su precioso paseo marítimo, desde donde se puede callejear por esta mítica ciudad y adentrarse en su historia. Aunque su mítica biblioteca, que cobijó casi un millón de documentos con el objetivo de mantener en un mismo espacio todas las obras del ingenio humano, de todas las épocas y de todos los países, fue destruida, se puede visitar la Biblioteca Real, que rememora la original y fue promovida por la Unesco. Otra parada obligada son las catacumbas de Kom el Shofaga, del siglo I.

 

Paseo por el Nilo. Un viaje a Egipto sin un crucero por el Nilo no estaría completo. Este larguísimo río  de más de 6.000 kilómetros es un estupendo medio para conocer desde una perspectiva distinta al menos parte del país mientras se disfruta de atardeceres de película.

Luxor. El Valle de los Reyes, el templo de Luxor, el de Karnak… Todos estos tesoros, y algunos más, se encuentran en esta espectacular población egipcia que se levantó sobre las ruinas de Tebas, la capital del Imperio Nuevo del Antiguo Egipto, y también del IV nomo del Alto Egipto. En todo viaje al país de los faraones hay que dejar un hueco para conocer la necrópolis donde fueron enterrados la mayor parte de los reyes pertenecientes al Imperio Nuevo, el templo dedicado a Amón y su avenida flanqueada por esfinges y por supuesto el majestuoso templo de Karnak, que permaneció oculto bajo la arena durante más de mil años hasta que fue descubierto en el siglo XIX.

 

Submarinismo en Sharm el Sheikh. El viaje no tiene por qué limitarse a visitas a pirámides, museos y bazares. También es una oportunidad excepcional para descubrir los fondos marinos del Mar Rojo practicando submarinismo en Sharm el Sheikh, uno de los lugares preferidos por los submarinistas de todo el mundo. En cuanto tu cliente se sumerja en él sabrá por qué, aunque podemos adelantarle algunas pistas: aquí podrá encontrar más de mil doscientas especies de peces, y muchos de ellos no pueden verse en ninguna otra parte.