Qué hacer en Lanzarote: más allá de las playas paradisíacas

Las Islas Canarias tienen algo especial: quizá sea su naturaleza volcánica, su exposición al viento del Sáhara y a la fuerza del Atlántico… en cualquier caso, no dejan a nadie indiferente. Y cada una de ellas tiene sus secretos, más allá de las playas paradisíacas de arenas blancas y negras.
 
Hoy te vamos a contar los de Lanzarote. ¡Verás que hay mucho más por hacer aparte de “sol y playa”!
 

Buceo y surf en el Atlántico

 

 
Bueno, vale, empezamos también junto al mar. Pero es que no está de más recordar algunas de las actividades acuáticas más satisfactorias que puedes realizar en Lanzarote.
 
Las olas del Atlántico, por ejemplo, son muy buscadas por los aficionados al surf, y en Lanzarote encontrarás una de las playas más hermosas donde iniciarse si siempre tuviste ganas pero aún no te has montado en una tabla: la playa de Famara. Seis kilómetros de arena fina y blanca, y un entorno salvaje y pintoresco donde cabalgar las olas.
 
Pero lo que de ninguna manera puedes perderte es una inmersión. En Lanzarote hay muchas empresas de buceo que, tras la formación esencial de rigor, te proporcionarán el equipo y te llevarán a los puntos más espectaculares para una inmersión. Verás cientos de especies diferentes, nadarás entre bancos de peces, y si nunca habías buceado antes, te darán las bases para que puedas realizar tu “bautismo” con total seguridad.
¡Una experiencia que no olvidarás!
 

Parque Nacional de Timanfaya

 
El más espectacular de los monumentos construidos por el hombre siempre acaba quedando pequeño cuando la Naturaleza toma las riendas. Y es el caso del Timanfaya, el Parque Natural de Lanzarote donde la fuerza de la Naturaleza se muestra en todo su esplendor.
Un paisaje volcánico creado con fuego, lava, cenizas y roca viva, que se extiende a lo largo de hipnóticos kilómetros de tonos marrones, ocres y rojizos. Por desgracia, la conservación del parque impide recorridos a pie, pero el recorrido de la guagua es más que suficiente para encantar al visitante.
 

Jameos del Agua

 

 
Ésta es una de las atracciones más conocidas de Lanzarote, por lo que puedes encontrar algo de saturación. Pero por nada del mundo deberías perdértela.
 
Se trata de la parte final de una de las cuevas volcánicas más largas del mundo, un túnel producido por la erupción del Volcán de la Corona, hace unos 5.000 años. Y hace apenas un siglo, la población utilizaba la salida de ese túnel como vertedero.
 
Por eso, cuando el omnipresente y polivalente artista local César Manrique se propuso convertirla en la mayor atracción de la isla, todos le tacharon de loco. Pero, como suele pasar con los genios, los locos eran los demás.
 
Buscando fusionar naturaleza y creación artística, hoy es una extravagante y hermosa mezcla de casa, cueva, monumento y museo. Un auténtico espectáculo de roca y agua, con dos detalles a destacar: la acústica natural de la cueva en el auditorio que han construido dentro, y los pequeños cangrejos albinos que hay en sus aguas interiores. Se trata de una especie endémica y exclusiva de Lanzarote, y de estas cuevas en particular, y por desgracia es muy delicada y está en peligro de extinción. Por lo que una (respetuosa) visita es obligada.
 

Cueva de los Verdes

 
Esta excursión es menos conocida que la de Jameos del Agua, pero nadie debería tener que elegir entre ambas. ¿Su relación? Que ambas están en el mismo túnel de lava, sólo que la llamada Cueva de los Verdes está en el extremo opuesto a los Jameos.
 
Antaño utilizada como refugio ante los ataques de los piratas berberiscos, hoy permite una visita de una hora de duración recorriendo el primer kilómetro de cueva. Una maravilla natural creada por un río de lava líquida que discurría bajo una capa de lava mucho más densa hace miles de años.
 
A destacar las sensaciones que música e iluminación transmiten, y por supuesto, el mágico secreto que guardan los guías al llegar a la parte final. ¡No te lo puedes perder!
 

Jardín de cactus

 

 
Un lugar poco visitado en Lanzarote, y que te pilla de camino al ir o volver de los Jameos o la Cueva de los Verdes, es el Jardín de Cactus.
 
Miles de especies de cactus hermosamente dispuestos te sorprenderán con formas y colores que ni te imaginas. Ideal para los amantes de las plantas… y para los que no creen serlo y están dispuestos a sorprenderse.
 

Lagomar

 
Después de un día de intensa actividad en Lanzarote, nada mejor que relajarse con una cena o un mojito en Lagomar, una vivienda-cueva de cuento de hadas.
 
Se trata de un laberinto de roca excavado en la colina, que años atrás fue residencia del famoso actor Omar Shariff.
 
Hoy, reconvertida en restaurante-bar, es un lugar mágico de grutas, estanques y recovecos donde sentarse a escuchar música y a rematar la noche.
 
¿A que ya empiezas a ver cómo ocupar tus días en Lanzarote, más allá de la playa y la tumbona?