Puente de Diciembre: escápate a Portugal

¿Tenéis ya decidido dónde iréis este puente de Diciembre? Si no tienes claro el destino, pero sí que te apetece un viaje de esos que es un acierto total, tu país para este puente es Portugal.

 

¿Por qué viajar a Portugal durante el puente de diciembre?

 

Cualquier momento es bueno para visitar Portugal, siempre vas a volver satisfecho, porque es un país precioso lleno de secretos, arte, arquitectura e historia.

 

Y, para el puente de diciembre es un destino fantástico. Porque es un país vecino, lo que supone menos horas de viaje y mayor aprovechamiento de las escasas horas. De hecho, según desde donde salgas lo más práctico es ir directamente con tu coche, e ir descubriendo el país punto a punto.

 

Y ese es otro motivo: que Portugal está repleto de puntos de interés más allá de los destinos clásicos como el Algarve, o la gran Lisboa de la que ya hablamos en este post.

 

Sintra, Coimbra, Cascaes, Estoril, o incluso pueblos tan pequeños como Batalla, con su impresionante monasterio gótico, Patrimonio de la Humanidad…

 

Pero para este puente queremos centrarnos en una región más desconocida para el visitante, con muchísimas joyas por visitar, y que además te pilla muy a mano.

 

El Alentejo

La región del Alentejo (en el centro-sur de Portugal) ha quedado durante años “fuera” de las principales rutas turísticas, que en su mayoría se concentraban más al sur, en el Algarve.

 

Sin embargo, al estar tocando con Extremadura, es un lugar muy asequible para visitar, sobre todo si planeas ir en coche, y nunca defrauda.

 

La gastronomía tradicional se ha convertido en el Alentejo en una seña de identidad, y el abanico de lugares para visitar es enorme:

 

• Monumentos megalíticos como el Cromeleque dos Almendres, con grandes piedras prehistóricas organizadas siguiendo patrones estelares.
• Los “pueblos de mármol”: en la zona hay grandes canteras, y el mármol se utiliza en fachadas, ventanas, e incluso en aceras o bordillos, creando poblaciones espectaculares. Campo Maior, Vila Viçosa, Borba, y muy especialmente Estremoz, merecerán tu visita y tus fotografías.

• Ciudades históricas, como la medieval y ultradefendida Elvás. Ésta cuenta con uno de los sistemas defensivos más complejos y completos del sur de Europa, con una maraña de murallas, torreones y recodos que debieron ser una pesadilla para el enemigo, y ahora un lujo para el visitante. En Elvás tampoco puedes perderte la Iglesia de Nossa Senhora da Consolaçao, de planta octogonal y reminiscencias templarias, o el acueducto de Amoeira, de más de 7 kilómetros.

Otro emplazamiento histórico imperdible es Marvao, una villa medieval fortificada en lo alto de la sierra de Sao Mamede, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además de su arquitectura, Marvao destaca por las impresionantes panorámicas, en las que se puede ver incluso España.

 

Évora

De Évora hay que hablar aparte. Évora es la joya de la corona del Alentejo, y una de esas ciudades que no te puedes perder para descubrir una Portugal que vaya más allá de Lisboa y Porto.

 

Apenas tiene más de 50.000 habitantes, pero ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por buenas razones: el poblamiento de la ciudad se remonta a época romana como mínimo. Y en la ciudad quedan impresionantes restos como el Templo de Diana, además de la catedral románico-gótica de Santa María, el acueducto, las murallas y puertas de la ciudad, o la Iglesia de San Francisco, en cuyo interior está la impactante Capela dos Ossos: un osario que alberga los restos de más de 5.000 personas, monumento al tempus fugit y a los antiguos habitantes de la ciudad en su larguísima historia.

 

En general es una ciudad por cuyo casco histórico es un placer pasear, porque cada calle, cada recodo o cada placeta puede esconder un secreto o un detalle maravilloso. Las calles, empedradas y estrechas. Las casas, predominando el blanco, las cierran agolpándose a un lado y a otro. Y por toda la ciudad se respira una serenidad que permite disfrutar de su ambiente cotidiano, o de sus lugares más especiales. Como el Jardim Público, copado tanto de plantas exóticas como de ruinas romanas y medievales.

 

Una maravilla para los sentidos, y que le da sentido a tu escapada de puente navideño.

 

Aprovecha este puente para descubrir una Portugal que no destaca tanto en las guías convencionales, y que sin embargo te va a dejar enamorado. ¿Empezamos a preparar la ruta?

 

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